Nostálgica despedida fue la de nuestra amistad. Tan niños, tan inocentes… tan inconscientes de la cruda realidad. Tantos años juntos, tantas experiencias pasadas, y probablemente también futuras… tanta confianza…. Tanto amor.
Nunca deje de amarte, solo de pensar en el último momento en el que tus ojos desprendieron esa fusión de sentimientos concentrados en tu mirada de color selvático… libre… salvaje a la vez. Toda una corriente de historias y vivencias que jamás fluirán de mi memoria, jamás se desvanecerán en la eterna oscuridad de mi espíritu, que lucha por odiarte, mientras que mi corazón, alocado y aventurero, se proclama y enfrenta ante mi alma solo para intentar rescatar una futura sonrisa de tu boca, un susurro, un sincero “te quiero”…
…Dolor… no se me permite sentir otra cosa desde que partiste de mi existencia… como pájaro que busca el anhelo y fulgor de una primavera en otro lugar, mientras que el invierno ciega todo atisbo de tu armonía, tu canto gutural… y va helando mi karma…. Creando una barrera de gélida verdad ante tu odio y tu rencor… que poco a poco darían lugar al mío…. Con renovadas energías, provocaría que mi persona fuera un reino divido entre mi corazón y mi pensamiento. A esa tortura… para mi, un castigo mucho peor que la muerte…
Lloro… como antes dije, es lo único que se me esta permitido en esta pesadumbre invernal. Añoro el distinguido vibrar de tus gestos, el resplandor de tu sonrisa,… pero, que estoy diciendo, yo… yo…
Yo odio toda recreación de tu presencia, odio tu mal mentir, tu disfraz de simpática pitonisa de la utópica reencarnación, de la perfecta amistad. Eres una arpía, una víbora serpiente que con tu elegante cuerpo atrapas y enredas a toda forma de vida, solo y exclusivamente para sentirte superior, y que nada pueda hundirte… Pero, cualquier Titanic acaba cayendo a las aguas del destierro de oscuridad… donde ni el mismísimo Satanás podar salvarte de una etapa de eternidad que te espera… donde tus lindos recuerdos, tu soledad, ya que perdiste a los amigos de verdad… aliméntate de los fatuos momentos que te quedan… porque la eternidad es larga, y tu apetito de poder y dominación… muy grande en un vacío inexistente del que no podrás escapar… nunca.
Me despido de mi mismo… continuaré mi dilema interno en algún otro lugar de mi mente…esto me supera.
~~Master of Think~~
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